La industria del Litio en México se encuentra en una encrucijada con la propuesta de prohibir la minería a cielo abierto. Esta técnica es esencial para la extracción de Litio, ya que los depósitos identificados hasta el momento se encuentran dispersos en forma de arcilla, requiriendo la remoción de grandes cantidades de roca para acceder al mineral.
El impacto potencial de esta medida es significativo. Si bien existen otros depósitos potenciales en estados como San Luis Potosí y Zacatecas, todos comparten la característica de requerir minería a cielo abierto.
También está en juego la viabilidad económica de la industria del Litio en México. A diferencia de países como Bolivia, Chile y Argentina, que tienen depósitos de Litio en roca o salmuera, México enfrenta un desafío único debido a la dispersión de sus reservas en forma de arcilla. Esto complica aún más los largos plazos requeridos para descubrir y desarrollar nuevos depósitos, que pueden tardar hasta 10 o 15 años.
En un mundo donde la demanda de Litio sigue aumentando debido a su papel crucial en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos, resolver este dilema es crítico. La posible prohibición de la minería a cielo abierto podría tener repercusiones significativas en el suministro mundial de Litio y en la transición hacia una economía más sostenible centrada en la tecnología verde.